TAPA BLANDA, LIBRO USADO, RECUERDA QUE EL 10% DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. A raíz de su reciente muerte, Hugo Chávez se ha convertido oficialmente en una incógnita que los historiadores y analistas seguramente tardarán varias décadas en poder descifrar. Esta crónica de primera mano sobre Chávez y su proyecto político, escrita por el corresponsal de The Guardian durante seis años en Caracas, Rory Carroll, es un estupendo punto de partida para adentrarse en el laberinto personal del comandante. Con la mayor objetividad y distancia posibles, Carroll intenta describir la demencial atmósfera que fue la Venezuela chavista, regida por reglas y códigos siempre cambiantes, donde incluso los subalternos del comandante eran sorprendidos por los incontables golpes de timón. Sin embargo, como bien señala Carroll: «Chávez no fue un dictador. Siempre fue un híbrido, un autócrata electo, y esto lo salvaba. Las elecciones lo anclaban a la realidad, lo alejaban del precipicio». Carroll plasma con maestría la atmósfera de adoración y odio, de sospecha eterna y fervor fanático que definieron a Venezuela hasta la muerte del comandante, quien se encargó de preparar el camino para su inmolación final como víctima del imperialismo, cuando declaró meses antes de morir: «¿Sería extraño que hubieran desarrollado una tecnología para inducir el cáncer y nadie lo sepa hasta ahora y se descubra esto dentro de cincuenta años o no sé cuántos?».