TAPA BLANDA, LIBRO USADO, RECUERDA QUE UN % DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. Tras treinta años de ausencia, Milan Petrovic vuelve a Chile para atestiguar los últimos días en la tierra de su padre. Chile, ese eriazo tan remoto y presuntuoso, se yergue como un monolito que consagra la modesta, aunque plena, felicidad de la infancia, pero en el que también están inscritos los nombres de las víctimas de la dictadura. Milan se reencuentra con sus hermanos, cuyos destinos son reflejo de la transición democrática y del nuevo evangelio chileno: el dinero. Se reencuentra con los barrios de antaño, con el centro de Santiago, con la idiosincrasia nacional, con su oficio postergado de artista serio, vuelve, en suma, al paraíso de lo que no ha sido. Desde sus primeros poemas y cuentos hasta su segunda y magnífica novela, Mauricio Electorar ha dado muestras de ser uno de los narradores chilenos que mejor ha abordado la cuestión del exilio, el desmembramiento familiar y la doble nacionalidad, que, en cierto sentido, mucho se parece a la doble militancia. Lírica, honesta, sentida y crucial para entender a los chilenos que debieron partir, No hay que mirar a los muertos marca un capítulo más en la elegante trayectoria de uno de los mejores narradores chilenos de la actualidad