TAPA BLANDA, LIBRO USADO, RECUERDA QUE EL 10% DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. Ian Bremmer, una de las máximas autoridades mundiales en análisis de riesgo político y una de las voces más escuchadas en Wall Street y Washington, ha elaborado una teoría sencilla y contundente, como la letra que la representa. La curva J es un nuevo modelo que intenta explicar por qué algunos países progresan y otros se estancan o se hunden.Un país cerrado, sostiene Bremmer, que goza de relativa estabilidad en un contexto de mínimo desarrollo o de franco atraso, se ubica en el extremo izquierdo de la J. Luego, si ese país comienza a abrirse al mundo, su transición incluirá riesgos que pueden concluir en una crisis política, económica y posiblemente social. Y solo aquellos países que superan la hondonada de la curva de la J pueden luego ascender por su eje recto, el de la estabilidad combinada con desarrollo y apertura. La diferencia entre ambas situaciones -estabilidad y apertura- dibuja una curva que tiene forma de J. La curva J es un modelo de riesgo político y también de riesgo de inversión, porque ayuda a prever los shocks económicos. La propuesta de esta teoría es tratar de favorecer el desplazamiento de la curva hacia la derecha (apertura) en las mejores condiciones de estabilidad, sin caer en imprecisas políticas "de sentido común". Bremmer examina doce países, agrupados por bloques, y en cada caso hace resúmenes históricos, análisis de actualidad y alerta sobre los peligros que avizora. Con muchos adeptos y otros tantos detractores, la teoría de la curva J se encuentra en el centro del debate político y económico actual, y teóricos renombrados como Francis Fukuyama defienden la utilidad de su propuesta: retratar la complejidad de los estados actuales, predecir su probable dinámica y anticiparse a los hechos.