TAPA BLANDA, LIBRO USADO, RECUERDA QUE EL 10% DE ESTA VENTA COLABORA CON FUNDACIONES QUE FOMENTAN LA LECTURA EN ZONAS VULNERABLES. "Hubo una epoca en el pasado no muy remoto escribe el autor- en que los economistas de primera linea estaban dotados de una visión moral de las cosas, de un cierto grado de sensibilidad ante la complejidad institucional, Y de un sentido de la historia. El recordar las épocas más gloriosas de la economía es algo más que un viaje sentimental a la tumba de los gigantes. Incluso me atreveria a decir que Smith, Marx, Veblen y Keynes son, aún hoy en día, muchísimo más importantes para superar nuestra perplejidad ante el mundo, de lo que pudiera ser cualquier economista viviente digno de ser mencionado." Hubo una época en un pasado no muy remoto en que los editores de este país tenían que someter sus proyectos editoriales a la censura gubernamental. Este libro fue uno de los tantos rechazados, y con razón. Mal que mal, era la época del pleno apogeo del boom del dinero fácil y de los Chicago boys, y hubiera sido una lástima aguarles el festín. Pero el festín no ha concluido. Ya lo vemos en la salud, en las empresas estatales, y ahora en la educación superior. Lekachman sostiene que la economía convencional seguirá desorientando a políticos y público por igual, y dejando perplejos aun a los mismos economistas, mientras no abandone el delirio de pensar que su disciplina es una ciencia pura y exacta, y no retomen la tradición del análisis social con que los gigantes de la profesión forjaron la economía. ¿Quién no ha sufrido en carne propia los efectos de las intervenciones de estos 'especialistas'? Y es posible, además, de tal sufrimiento, conocer la vaguedad y la imprecisión de su quehacer. Tal es uno de los méritos de estaobra: haber desmistificado de una vez por todas el sagrado tema de la economía, con sus escasos aciertos y sus muchos errores. Otro mérito es el tratarse del trabajo de un economista de alto vuelo y prestigio, Distinguished Professor of Economics en el Lehman College de Nueva York, que se atreve a examinar críticamente su profesión, desde adentro. Para su análisis utiliza el caso de los EE.UU., hasta el momento de la publicación de su obra, en 1976. Esto también nos ha de resultar de interés porque quienes han tenido en sus manos nuestro devenir económico, a la sazón adornaban sus currículos con permanencias a orillas del Lago Michigan. Vale la pena entender entonces cuál es la fuente de su presuntuoso saber, el que tras catorce años de empeño tesonero, y sin oposición alguna, no han podido reproducir en su propio terruño. Pero no es necesario entristecerse por ellos, ya que aun cuando sus sueños no se han cumplido, sus frustraciones están bien compensadas: todos viven en la actualidad muy bien colocados, gracias, y no han aprendido nada de la experiencia. En el prefacio, escrito especialmente para esta primera edición en español, el autor dice: 'En la era de Reagan los ricos se han hecho más ricos, y los pobres más pobres, y por desgracia esta experiencia no es única. La Sra. Thatcher en verdad ha logrado dominar al demonio de la inflación, pero triplicando los niveles habituales de cesantia y creando una nueva clase social, la de los jóvenes jamás empleados. Además, ha conseguido dividir su pais en un sur próspero y un norte sufriente, y -al igual que en los EE.UU.- ha conseguido ampliar la brecha entre los ricos y los pobres. En Chile, los economistas de Chicago han oficiado un milagro semejante."

Calificación del estado de los libros:

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